Un día compramos una caja de condones y te daban uno de regalo, para probarlo, algo así como "retardante". Vamos, que si eres un hombre que no aguantas mucho pues usas uno de estos y te ayuda, se supone, a aguantar más tiempo sin eyacular y así no dejar a medias a tu pareja.
Esa noche nos ponemos a la faena y se nos ocurre la genial idea de "vamos a probarlo".
Estamos en ello, o lo intentamos, y de repente dice mi marido: "Oye, que no noto nada". Y yo: "¿Cómo que no notas nada? ¿No te gusta?". Y él: "Que se me ha quedado dormida la polla" JAJAJAJAJA ¿Cóoooomo?
Pues sí, totalmente insensibilizada y además la cosa bajó, ¡vamos si bajó!
Quitamos el condón y vemos que dentro hay como un gel, pero no sabemos qué es.
Yo me encabezoné en que ese polvo lo acabábamos y le dije: "A ver si esto lo arreglo yo". Y ahí que me apliqué felazmente... y al cabo de un minuto paro y le digo: "Coooño, se me ha quedado dormida la boca!!! jajajajaja la madre que los parió, ¿cómo se les ocurre ponerle anestésico?? Era igual que si hubiera ido al dentista, os lo prometo.
Y así acabó nuestra tórrida noche de sexo.
Moraleja: NO LOS USÉIS.
JAJAJAJAJAJAJAJAJA
ResponderEliminarAy... qué panzada de reír madre...
Anestésico, qué de lujo... Vaya si tardarás en acabar, como que no hay manera de que se quede empalmado! jajajaja
no, a los condones retardantes definitivamente xDDDD
ResponderEliminarayyyyyyy!!! jajaja Qué grades sois. Pero es que es un retardante en toda regla... NO TE CORRES NUNCA! xD
ResponderEliminarJAJAJAAJAJAJAJAJAJA vaya plan!!! a veces es mejor quedarse con lo tradicional XD
ResponderEliminarjajajajjajajajajajajajjaajjajaja que grande!!! xD
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