Seguidores

miércoles, 15 de agosto de 2012

Mi gran amor platónico.

Queridas Tontacas y demás lectoras/es,
hace mucho que este Blog no se mueve, que no se añade ningún post, así que, cual abuela, voy a contar una de mis tantas aventuras de adolescente.
A los 19-20 años salía de marcha con unas chicas de mi clase. Ibamos casi siempre a una discoteca del centro.
Un día, Sonia, una de mis mejores amigas, se quedó quieta en la disco y dijo "a ese chico lo conozco, estudiaba conmigo en la EGB".
Me giro para ver de quién se trataba y... fue un flechazo... claro que solo por mi parte.
Le digo, "pero tía, ve a decirle algo". Y ella, "ay no, que me da vergüenza, además, me gustaba y..."
Y no la dejé acabar, porque me fui para allá y le dije "Hola, tengo una amiga mía que dice que estudió contigo pero le da vergüenza venir a saludarte, así que vengo yo a conocerte".
Él, Enric, la miró, la saludo a lo lejos y fue hacia ella. Estuvo con nosotras un rato, cada minuto me convencía más que había conocido al hombre de mi vida. Peeero... es que a mi amiga le gustaba, y él que lo sabía, se dejó mimar, y yo, como buena imb... digo, amiga, poco a poco... no sé cómo, logré que salieran. Y se les veía muy bien, la verdad. Sonia sabía que me gustaba su chico, que me gustaba con locura, pero eso no impedía que me invitaran casi siempre a salir con ellos (supongo que tendrían sus ratos de intimidad). Luego él dejaba en casa a su novia, me dejaba a mi en la mía y se iba para la suya, en su coche. Y esos 10 minutos de coche a solas con él para mi eran maravillosos.
En casa me hartaba de llorar, Sonia no sabía qué hacer, yo no le mostraba lo jodida que estaba pero algo notaba.
Una noche, cuando Enric ya me dejaba en casa, sucedió lo siguiente:
(se pone en doble fila delante de mi puerta)
-Oye, Enric, te tengo que decir una cosa.
-Dime.
-No quiero que te lo tomes a mal, porque solo pretendo que sepas algo que ya no puedo aguantar más dentro. Pero no quiero que nuestra amistad cambie (bueno, yo quería que cambiara a algo menos amistoso, pero no le iba a decir eso).
Se me quedó mirando, esperando no sé qué, y le suelto:
-Estoy enamorada de ti.
Se me quedo mirando muy sorprendido. 
Y le volví a repetir "no quiero ninguna respuesta, no quiero nada, solo que lo sepas, porque lo llevo dentro y te lo tenía que decir".
Ahora más de uno pensará que ahí acabó nuestra relación de amistad, pero no, seguí saliendo con ellos dos y con más gente, y cuando ellos rompieron (cosa que se veía venir) yo empecé a salir con él como amigos, estuvimos todo un verano yendo a conciertos gratuitos, a salir a tomar algo... pero entre nosotros no pasaba nada. Sabía que estaba loquita por él pero no quería nada más alla de la amistad. Y yo no tenía más remedio que aceptarlo, porque me encantaba su compañía, porque me lo pasaba muy bien a su lado. Empezó a salir con otra chica pero aún así quedaba conmigo algunos días para salir de fiesta. Me enteré que le ponía los cuernos a su chica, pero conmigo no intentaba nada...
En estas que conozco a un chico y empiezo a salir con él (con el que estuve 7 años), Enric ya pasó a ser un amor que no pudo cumplirse, ya que me enamoré de otro y fui correspondida. Pero aún quedaba a veces con él y dos personas más, chico y chica.
Una noche, los cuatro nos fuimos a las montañas de las afueras a beber unas cervezas (era verano) y luego íbamos a bajar a la playa a darnos un chapuzón nocturno. Estábamos allí charlando y tal, de buen rollo, sin ninguna connotación erótico-festiva ni nada, y él se acerca a mi, me lleva por un caminito un poco apartado de los otros dos amigos Y ME PIDE ROLLO.
Pensé: ¡Hijo de puta! Me tienes hace dos años loca por ti y me lo pides AHORA??
No os podéis imaginar la de cosas que pasaron por mi cabeza en los cinco segundos que tardé en decirle: "No puedo, sabes que tengo novio".
Él, claro, tuvo que comprenderlo. En ese momento supe que algún día me arrepentería de decirle que no. Y así es, aún hoy me arrepiento de no haber tenido algo con él. Ya sé que tenía novio, que estaba enamorada, pero este chico me había entrado muy fuerte... En fin...
Me enteré que había roto con su nueva novia.
Y al cabo de un tiempo, cuando perdí contacto con él (por desgracia no lo he vuelto a ver más) me dijeron que estaba viviendo con su nueva pareja... UN CHICO.
Vamos, que se había cambiado de acera.
Si lo llego a saber...

6 comentarios:

  1. jajaja Yosi tú sí que tienes historias que contar!!! Lo bueno de que fuese un amor platónico es que no se estropeó y ahora puedes tener un bonito recuerdo de la ilusión. Por cierto,menudo morro le echaste en la disco, la cara de tu amiga cuando te vio enfilando al tío tuvo que ser mítica xD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si!!! No sabía dónde esconderse, la muy tonta...

      Eliminar
  2. Ypsi cuantas batallitas jajajaja que putada que fuera gay!!! pero oye chapó por ti por decirle al colega eso, tengo tanto que aprender!

    ResponderEliminar
  3. En realidad no era gay en esos momentos, fue años después!! Te digo una cosa Pepi, los hombres son personas como nosotras y creo que a veces agradecen que llevemos un poco la iniciativa.

    ResponderEliminar
  4. .... ay ay ay, me parto contigo... Gay!! Ese final sí que no me lo esperaba! Seguro que por eso no le gustabas. Joer, ojalá algún día sea yo tan directa como tú, qué envidia me das chica...

    ResponderEliminar
  5. Yo también tengo una historia parecida! Y con el mismo final! jajaja.
    Lo mío era con un amigo de la banda de toda la vida que primero le gustaba yo a él, luego él a mí, y así sucesivamente (pero no coincidíamos al mismo tiempo), y hace un par de años, en mi cumpleaños y gracias a una amiga, nos besamos y tal. Yo tenía novio, pero era algo que sentía que tenía que hacer o no me lo perdonaría. Terminé con mi novio de aquel entonces, pero tampoco salí con mi amigo (decidimos que ya no era nuestro momento, sino que lo habría sido mucho antes). Y ahí se quedó la cosa. Al año, él estaba saliendo con un chico con el que sigue todavía (majísimo, por cierto), y nosotros tan amigos.

    ResponderEliminar